¿Cómo declararse en bancarrota en USA?
Si se encuentra en apuros financieros, seguramente esté experimentando un proceso de bancarrota a nivel personal o empresarial, dependiendo del caso en que se encuentre. Lo cierto es que para saber cómo hacerle frente a esta dura etapa es muy importante tener en cuenta lo siguiente.
Primero considerar que la bancarrota es un proceso legal mediante el cual individuos y empresas bajo las leyes federales de los Estados Unidos resuelven los problemas de deudas que no tienen forma de pagarse, es decir, con la bancarrota se cancelan casi todas o todas las deudas a los deudores. Así que no hay que desesperarse, solo se debe tomar en cuenta todas las posibilidades que se tienen a la mano para poder cumplir con las responsabilidades financieras y salir adelante.
En la Historia
El concepto de bancarrota puede llegar a ser muy amplio y estadísticamente ha tenido gran repercusión en el historial de EUA. Se ha observado variaciones en el transcurso de los años con respecto a los procesos de quiebra tal es el caso, en el año 1980 se registraron 300.000 personas declaradas en bancarrota, sin embargo en 1990 ese valor se duplicó, es decir, 600.000 personas y empresas quebraron. A partir del 2006 los valores se fueron incrementando cada vez más, en ese año se registraron 2 millones de personas que fueron en bancarrota. Según estudios realizados en los Estados Unidos, las personas que generalmente se encuentran con incontrolables deudas son aquellas que:
- Tienen una edad promedio entre 35 y 38 años.
- Un 45 % de los deudores son generalmente matrimonios.
- Un 35 % de los deudores declarados en quiebra son mujeres solteras que no tienen forma alguna de cubrir sus deudas.
- De 26 a 28 % de los hombres solteros son los que se declaran en bancarrota.
- Muchas de las personas declaradas en quiebra son profesionales, personas con un nivel educacional superior y que han perdido el empleo.
- Otro porciento de los deudores son personas con graves enfermedades.
Evolución De La Bancarrota En Los Estados Unidos
El término de bancarrota en los Estados Unidos tiene sus inicios en los años 1800, donde el Congreso Norteamericano dictó la primera ley sobre quiebras y sólo estaban autorizados a declararse en bancarrota los comerciantes, no podía existir la quiebra voluntaria por cualquier deudor.
Los deudores solo podían establecer la quiebra con 6 meses de antelación y tenían que cumplir obligatoriamente uno de los actos tratados en la ley de quiebra. Los 40 años posteriores del establecimiento de la ley, los Estados Unidos se mantuvieron sin legislación federal de bancarrota, los bienes materiales de los deudores eran manejados por los acreedores (personas e instituciones a las cuales se les debe efectivos) sobre las leyes de insolvencia en dependencia del estado donde surgiera el caso. Producto a esta situación, los Estados Unidos de América sufrieron una crisis económica, por lo que en 1841 surge la nueva ley denominada “Ley Federal de Quiebras”, donde sus orígenes estaban arraigados a las leyes en Gran Bretaña. Esta ley beneficiaba no solo a los comerciantes sino a todas aquellas personas con grandes deudas económicas que ahora podían establecerse voluntariamente en quiebra. Esta ley fue derogada en 1843 debido a que los continuos ataques de los acreedores que no estaban de acuerdo con la ley.
Luego de la Guerra Civil en 1867 surgió la tercera ley sobre la quiebra, donde continuaba el precedente de que cualquier comerciante y no comerciante tenía el derecho de declararse voluntariamente en quiebra, hasta que en 1874 se estableció que para declararse en quiebra había que cometer algunos de los actos constituidos en la ley de bancarrota, a no ser que las propiedades de los deudores estuvieran por debajo del 30 por ciento de las deudas a pagar.
En este mismo año surgió la reforma de que los deudores podían entenderse con los acreedores en una comisión judicial de deudas. En 1878 desapareció la ley de bancarrota establecida en 1867, donde se establecieron las viejas leyes estatales respecto a la bancarrota, hasta que en 1898 se dictó la nueva ley de bancarrota que es la que está en vigor actualmente en el país, donde surgen las primeras reformas acerca de los capítulos 7, 11 y 13.
En el año 1978 se producen los primeros cambios de la ley de bancarrota establecida en el año 1898, donde se modificaron los lineamientos administrativos del caso, aparece el capítulo 7 como la forma de quiebra más común en todo los Estados Unidos y además se combinan algunos capítulos como por ejemplo el 10 y el 11 que se convierte solamente en el 11.
En el año 2005 reaparecen nuevas reformas sobre la ley de bancarrota denominadas “Prevención del abuso de Bancarrota y Protección al Consumidor” (por sus siglas en English “BAPCPA”). Esta ley adiciona que los deudores tienen que demostrar la incapacidad total de pagar sus deudas ya que será verificada la información con más detalles y tendrán que asistir a cursos sobre el crédito y la economía. Esto impide a los deudores el abuso sobre la eliminación de las deudas con el capítulo 7.
El proceso de bancarrota esta codificada bajo las leyes federales en “Titulo 11” del congreso de los Estados Unidos. La Constitución del país establece en el Artículo número 1 que la bancarrota es un derecho legal de todos los ciudadanos americanos en cualquier estado que resida dentro de los USA. Las quiebras están dirigidas por jueces especializados en quiebras que pertenecen a las comisiones de quiebras en el Distrito Federal correspondiente.
Tipos De Bancarrota
Dentro de los tipos de bancarrotas existentes se puede destacar que existen varios capítulos importantes usualmente utilizados por gran parte de las personas o instituciones con problemas económicos.
En el código de bancarrota son identificados bajos los capítulos 7, 11 y 13 y para que se pueda determinar cuál de ellos es el más adecuado para cada persona es fundamental conocer los ingresos que tiene cada individuo, las deudas, los activos, las cuentas por pagar y además cuales serían los objetivos que quiere alcanzar el deudor con la declaración de la quiebra.
- Capítulo 7: El capítulo 7 de bancarrota o conocido también como liquidación, es el proceso legal establecido para empresas y para individuos con propiedades, con el objetivo de eliminar todas las deudas adquiridas en un periodo considerable de tiempo. Obtener una descarga del capítulo 7 de bancarrota significa que usted podrá continuar con su vida sin preocuparse de sus deudas económicas puesto que serán canceladas en el proceso de quiebra. Con el capítulo 7 el deudor no tiene que preocuparse por los acreedores puesto que no tiene la obligación de saldar las deudas.
- Capítulo 11: El capítulo 11 de bancarrota está dirigido a grandes negocios americanos, las cuales han estado teniendo problemas económicos y la quiebra es la solución para poder reorganizarse y alcanzar una estabilidad financiera. El capítulo 11 también puede ser utilizado por deudores independientes con grandes cantidades de deudas. Este tipo de bancarrota no tiene límites de deudas y los deudores pueden seguir utilizando sus negocios bajo el control de la corte de bancarrota para de esta forma poder beneficiar a los acreedores.
- Capítulo 13: El capítulo 13 de bancarrota es conocido además como “salarios adquiridos” y es un proceso en el que se desarrolla una estrategia de pagos declarada legalmente por la corta de bancarrota, permitiéndoles pagar todas sus deudas en un largo periodo de tiempo de 3 a 5 años, sin correr el riesgo de perder las propiedades obtenidas en el transcurso de su vida obteniendo así un futuro mejor para toda la familia. El proceso de bancarrota bajo el capítulo 13 los deudores tienen que tener una cantidad máxima de $250.000 dolares de deudas no garantizadas y $750.000 garantizadas para poder aplicar por este tipo de quiebra.
¿Puedo declararme en bancarrota?
La respuesta es sí, pero para eso se debe presentar una solicitud de bancarrota al sistema financiero, de este modo las personas con dificultades económicas pueden recobrar el control de sus finanzas. El proceso puede ser costoso, pero para quienes desean obtener ayuda financiera es un dinero bien invertido. Sin embargo, es posible que algunas personas no tengan los recursos necesarios para pagar los costos correspondientes y deseen obtener alternativas más económicas. Otros prefieren atravesar los problemas financieros o buscar alternativas para hacer frente a sus deudas. Para quienes intentan proteger su hogar u otros activos importantes, solicitar la bancarrota, incluso cuando deban representarse a sí mismos, parece ser la única opción. Pero existen algunas formas de solicitar la bancarrota que permite a la persona ser representada por un profesional legal y reducir al mínimo los gastos de la solicitud.
Proceso de solicitud de bancarrota
Si una persona realiza un pedido de bancarrota de conformidad con el Capítulo 7 o el Capítulo 13 de la Ley de concursos y bancarrotas de los Estados Unidos, debe presentar la solicitud ante un tribunal de bancarrotas. El proceso puede ser muy largo y confuso; por esto, se recomienda contar con asesoramiento legal. En el caso de una solicitud conforme al Capítulo 7, el solicitante pide ser eximido de todas las obligaciones financieras correspondientes.
Existen varios formularios y documentos que se deben completar y presentar de manera oportuna. De lo contrario, la decisión del tribunal será desfavorable al otorgamiento del pedido de bancarrota. Entre los documentos exigidos se incluye un examen de los medios económicos disponibles (means test), un listado de todos los acreedores conocidos, un listado detallado de todos los activos propios y los valores correspondientes, los registros y saldos de cuentas bancarias, y cualquier otra información financiera.
Esta información también se necesita para la solicitud de bancarrota según el Capítulo 13, pero el solicitante también debe incluir el plan de pago propuesto. Este es el monto que debe pagar el solicitante al síndico durante un período determinado hasta que se considere que la deuda ha sido cancelada. Un plan de pago conforme al Capítulo 13 suele durar entre tres y cinco años.
Si no tengo dinero ¿Puedo hacer la solicitud de forma gratuita?
Técnicamente, no existe una bancarrota gratuita; sin embargo, hay formas de reducir o incluir costos a fin de que el solicitante no deba pagar los cargos. Los costos de la solicitud de bancarrota ante un tribunal son los siguientes: presentación según el Capítulo 7 USD $306 y según el Capítulo 13 USD $281. Se pueden omitir estos costos si el ingreso del solicitante está por debajo del 150 % del ingreso que determina la línea de pobreza.
El otro gasto que se debe afrontar son los honorarios de abogados. La recopilación de la documentación conlleva un costo, así también lo que corresponde a la presentación, pago de los gastos de presentación y consultas para verificar que el caso prospere y que todo esté correcto. Si deseas ahorrarte estos gastos, puedes buscar un abogado que tome casos de bancarrotas ad honorem. La oficina local de Ayuda legal puede contactarte con un abogado local que actúe ad honorem o por una tarifa baja.
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